¿Qué hace un Alma cuando muere?
Un muerto sigue vivo como Alma etérea. Y el Alma conoce su función en el
Universo y se une a las oleadas de Energía de las que forma parte.
El Alma es Consciente y en su Consciencia anida Dios, Ser Universal con mil
nombres.
Cuando un ser humano deja de ser, el Alma se libera de la materia para
formar parte de la Unidad en donde toma fuerza para continuar.
Después del tránsito en donde busca las lecciones en el aprendizaje físico,
sigue su rumbo con la certeza de haber vislumbrado ese Camino infinito de las
experiencias.
El Alma no ve a Dios como un símbolo a adorar. El Alma se impregna de la
Totalidad y desde ahí encarna o se limita a ser, dependiendo de su Libertad.
Las Almas auspician sus vivencias, y los pactos con otras Almas, hacen
posible las derivadas de las experiencias. Todo está trazado a la vez que la
posibilidad de la certeza puede derivar en otras experiencias acordes con los
Caminos y entonces la libertad del trazado puede hacer derivar lo antes
trazado.
Cada Alma ha de transitar tantos montes como surcos con flores y espinas, lleva
la montaña.
Cuando el Alma encarnada descubre que cada vivencia es una experiencia nueva,
su aceptación es total, ya que sabe que nada adverso ocurrirá aunque el cuerpo
que habite sufra las desdichas.
La vida física es una pequeña porción de las Vivencias interminables de la
Existencia.
Las Almas son como las olas del río, ese que mana la Fuente y que nunca… nunca
secan.
Es hermoso descubrir y aceptar que las Almas son Eternidad y solo viven
experiencias y crecen y se involucran en vivir en tantos modos y
maneras…incapaces de asumir por mente humana.
El Alma es Eternidad. Se transforma pero no termina.
Y entonces pienso: “Que hermoso es descubrir que para que existan las sombras
siempre ha de brillar el Sol”
Celia Álvarez Fresno 31-03-2022
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