Decaída y triste llegué hasta la alameda.
Me senté en el suelo y entonces toda la vida vivida llegó
hasta Mí:
Aquella situación y la otra y la otra…
Pené y lloré en cada escalón nuevo y difícil que la vida me
invitaba a subir: Tenía los ojos llenos de dolor porque el dolor se mira en las
pupilas y las mías estaban cansadas de mirar.
Sentí que mi vida no era la esperada y mientras, la lluvia
caía sobre mí aunque hiciera Sol.
Era invierno y no sabía qué abrigo tenía que ponerme para
abrigar el Alma.
Escuché en las esquinas de la vida, una melodía llena de
tristeza y entonces, miré tras la ventana y el cielo azul dejó que contemplara
el Sol. Lo miré de soslayo para que mis retinas no se dolieran.
Suspiré y entre los suspiros.. miré mi Alma rodeada de una
sucesión de rayos irisados, y entonces la Realidad despertó y las
semillas, antes tiradas a la vera del
camino, comenzaron a germinar recuerdos de Amor.
Y la vida es camino arriba, y la Cima se acerca más y más
mientras el corazón trota hacia la senda de la Eternidad.
Pero… ¿Qué es la Eternidad? Pregunto…
Y Alguien me dice:
“La Eternidad es la sucesión
de vidas sin que exista un comienzo ni un final.
La Eternidad es como ese círculo del Sol, ese que siempre da
calor y Vida, pero que nadie puede mirar en cercanía.
La Eternidad es Círculo que alberga otros Círculos más,
concéntricos, variados…
La Eternidad es vivencia que se transforma para que las
sintonías y sucesiones se interpreten de esa u otra manera”
Y… la vida física, ¿que es? Pregunto…
Y Alguien me dice:
“Uno de los escalones de la Eternidad”.
Celia Álvarez Fresno 9-01-2022
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