Los seres humanos somos las ramas del inmenso Árbol
existencial. Y los frutos de esas ramas son diversos e infinitos.
Todo forma parte del Árbol de la Vida; cada rama toma un
rumbo. Cada rama da sus frutos diversos como diversas son las arboledas del
bosque en donde se desarrolla la vivencia.
Los frutos de cada rama están a merced de los diversos trazados elegidos.
El Árbol de la Vida, tiene infinitas raíces en toda la
Existencia para que las Almas puedan tomar sus rumbos: Unas llegan a desiertos,
otras a terreno fértil. Unas cosecharan frutos bellos, y otros
tal vez sobrevivan entre el secano suelo y les cueste renacer.
Nada es casual aunque cierto es que existen durísimas vivencias a vivir.
Antes de nuestra encarnación las Almas eligen el trazado que
las llevará a un nuevo aprendizaje.
¿Incomprensible para nuestra mente haber elegido una dura
experiencia?
Sin duda. Pero cada una de nuestros caminos físicos ocupa muy poco espacio dentro del
entramado Existencial, y tenemos tantos trayectos por recorrer… y tantos otros
que ya hemos recorrido…
Celia Álvarez Fresno 8-01-2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario