A las Cimas se sube con el beneplácito del Alma y la
predisposición de la Razón.
Para alcanzar la Cima es necesario haber partido de ella con
la finalidad de mostrar pisadas y recuerdos de Amor.
Desciende de la Cima, el Ser bendito que busca ir al
encuentro de las Almas, para trazarles un rumbo nuevo.
Desciende de la Cima, el Ser que se involucra en plano
físico, -olvidando recuerdos-, para comprender al humano, que olvidó su Casa.
Desciende de la Cima, el Ser que ya alcanzó las victorias de
Luz, para mostrar pisadas y recuerdos. Para regar de Luz las estancias oscuras
de la vida.
Desciende de la Cima, un Maestro que fue alumno en las
distintas vertientes de la Montaña. Y que habiendo alcanzado Sabiduría y
recuerdo de Amor, se percibe unido a la Fuente, y entona lo que la Fuente dijo:
“Has llegado a tu Casa, con bolsillos vacíos de sentimientos
bajos.
Has llegado a tu Casa, con bolsillos colmados de desinterés
por las fortunas de baja densidad.
Has llegado a tu Casa, siendo Alma Luminosa, abrazado a esta Fuente, que
perdura en sus aguas.
Has llegado a este Universo de Conciencia plena: plena de
Consciencia de Luz. De Consciencia de Sombras, esas que abrazan con el triste
abrazo de la caída.
Has llegado a este Universo de perpetuidad, sin hora de
llegada, sin hora de partida, sin sueños... sin avatares de la vida física.
Has llegado, después de la agonía y aún así, tu Ser se
desdobla para sembrar ayuda, pues un Ser de Amor, cuando encarna humano, sigue
siendo Ser puro en la Cima, porque ya alcanzó su ruta.
Has llegado después de haber partido y en esa partida,
cuando un Ser de Luz encarna, puede olvidar su ruta y vivir encarnado tanto
tiempo como experiencias realice para avanzar.
Porque una ruta establecida, puede derivarse o aquietarse y
así, el Maestro que va en la lección del Todo, pierde el Libro de sus rutas
detrás de la ignorancia al no recordarse
Luz en la Inmensidad.
Las rutas de la vida física son tan variadas...
Los pasos llevan tantas derivas que, un Ser elevado puede
comenzar de nuevo en su letargo y así, aquietar la vivencia espiritual.
Te preguntas: “¿Cómo, si Dios es conocedor de los devenires,
deja que el Alma noble se olvide de sus rutas?”
Y Él responde: “Porque en las experiencias, todo es
Libertad. Y Él inspira pero no realiza y deja hacer aún conociendo el resultado
antes que sean los hechos”
Dios no lleva papeles para ser firmados como compromiso. No
lleva facturas para cobrar sucesos. No lleva opiniones para zanjar palabras.
Cuando un Ser de Luz encarna en el plano físico, las trabas
de la Sombra son inmensas y entonces, la
Luz fluctúa y pierde consistencia; pero cuando superados los pasos de las
derivas, se eleva, regresa a Dios, Cima y Casa eterna, que le conminó a
interpretarse mortal para mostrar la Realidad del Camino.
La Esencia infinita Es, en el interior humano y en todo lo
que las Almas alcanzan a contemplar.
Celia Álvarez Fresno. 20-3-2015
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