Me encomiendo a ti, Señor, porque Tú jamás declinarás mi
deseo de alcanzarte.
Me encomiendo a la Vida, porque sé que la Vida, me regalará
las vivencias necesarias para mi aprendizaje.
Me encomiendo al día, porque sé que en lo cotidiano
alcanzaré motivos para vivir.
Me encomiendo a la noche, porque sé que en la oscuridad la
Luz brilla con más fuerza.
Me encomiendo a mi pasado, porque él me trajo a este
presente y me ha mostrado aprendizaje.
Me encomiendo al futuro, porque él sabrá mostrarme las lecciones que aún no he
aprendido.
Me encomiendo a mi Alma, porque así mi mente será su proyección mientras viva en la Tierra.
Me encomiendo a la Naturaleza, porque ella hará cobijo para
las noches tristes sin Luna llena.
Me encomiendo al Ser, a Dios, porque sin Él, nada seria
posible.
Me encomiendo al sentimiento elevado, porque sin él, la vida
sería oscura y solitaria.
Me encomiendo al Amor, porque sin Amor, el Alma carecería de
Luz y en la oscuridad de solo sombra, la razón de vivir no tendría sentido.
Celia Álvarez Fresno 12-05-2021
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