Cuenta las gotas del río, cuenta las nubes del cielo, siente
la respiración, enhebra el Alma.
Vibra entre las Alturas, da cobijo a tus pesares, ama la Luz
de la Vida… sé feliz
Entona canciones de vida y esperanza. Ilumina el Alma desde
la Esencia infinita que eres.
Sé estrella rutilante. ¡Brilla! ¡Brilla! Y abandérate Luz.
No te invadirá pesar alguno si sabes mantenerte en el
firmamento del Amor.
¡Luce! ¡Luce, misterioso o transparente! Aunque la Luz se
apague en la noche oscura, ten seguridad de la existencia de tu armonioso
Camino de Luz.
Las líneas que dividen la Felicidad de la tristeza, son
sutiles, y es por ello, que quien es feliz con la fuerza del Alma, jamás
abanderará tristeza alguna.
Los Luceros lucen en el Cielo y en el ser humano también
viven, y trazan regueros de esperanza a aquel que busca en la penumbra gris del
Cielo encapotado y no acierta a mirar el lado luminoso de la Vida.
Celia Álvarez Fresno 21-07-2021
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