La fábula no es realidad pero se inspira en ella.
Había una vez un sapo que caminaba errante.
Un día se elevó sobre una piedra del camino y vio que este,
se terminaba, por ello comenzó a subir monte arriba para poder avanzar hacia su
destino.
Una vez en la cumbre, miró hacia todos lados y se encontró
perdido y una recitación se escribió en su trayecto:
“No avanzaras si no miras antes tu ruta, porque aunque
llegues, solo será desafío.
No comiences tus pasos sin ver hacia dónde se pone y sale el
Sol antes de comenzar. Solo así te orientarás si te quedas dormido y pierdes tu
dirección.
No dejes de creer en Ti y sobre todas las cosas mantén el
convencimiento de que alcanzarás tu destino ya que ello, te dará fuerza para
alcanzar tus metas.
Mantén tu mochila siempre llena de Esperanza y no dudes de
que la primera vez que inicies el camino será fundamental para el transitar
otros muchos.
Reza plegarias de Amor, con tu bella actitud abre la vida.
Sube despacio si quieres alcanzar la Cima y cúbrete de Luz
para que no se oscurezca tu sendero.
Sé vigía y caminante.
Sé tu mejor testigo de ti,
ya que quien se refuerza en la opinión ajena es que no tiene clara la
opinión de sí mismo”.
Celia Álvarez Fresno 8-10-2021.
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