Tal vez contemplo demasiados Luceros y muy pocos fósiles derruidos por la vida.
Tal vez sonrío a una bella Esfera, que solo vive en mi Alma.
Tal vez los cánticos de Luz que escribo desde el Alma, los
entone yo misma, sin tener base alguna para pensar que son dictados del Ser
Eterno.
Pero… de ser así … ¿Cómo sé de Eternidad sin haberla
transitado en esta vivencia? ¿Como es que escribo sinfonías en letras de Amor,
sin haber percibido el Gran Amor Universal, en una u otra experiencia del Alma?
El “Más Allá”, vino a mí, sin otra razón que su decisión o
la mía propia, antes de encarnar… pues…
¿Acaso recuerda mi memoria lo que fui un día? ¿Acaso sé el entramado
Existencial que nos lleva a vivir tan variadas experiencias?
Soy un hilo de un inmenso Ovillo existencial, insondable,
Absoluto, collar de vida Eterna, lleno
de perlas de Luz y de vestigios y también, de Luces apagadas.
La Vida plena del Amor se interpreta risa o llanto, como
también ambas cosas a la vez.
Y la Vida vive, porque sin las vivencias entre Luces y
Sombras, la Vida, no sería.
Paz y Amor, que riegue este pobre Mundo, en vías y camino de
no sé dónde…
Celia Álvarez Fresno. 2021.
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