Soledad, que buscas ese rincón oscuro o claro para aclarar
las ideas.
Soledad, que miras de reojo esos tumultos de los que huyes.
Soledad, que te percibes llena de melancolía y quizás
tristeza…
¡No llores!
¿No ves que huyes de la compañía?
Tal vez, en tú vida, las grandes decisiones las tomaste en
soledad.
Tal vez, tu almohada acogió tus lágrimas, desde la soledad.
Tal vez, en una tarde de Sol, degustaste esa bella noticia
de buenas nuevas, desde la soledad.
Tal vez, un día de lluvia, lloraste esas lágrimas ante una
noticia adversa, desde la soledad.
Porque has de comprender que a lo largo de nuestra vida, esa
soledad, nos mostró muchos caminos nuevos y entre los caminos, las Luces nos
alumbraron las pisadas… camino de no sé dónde.
Pero… ¿Cuál es la soledad que hace daño?
“La soledad en compañía”.
La soledad elegida es un encuentro con nosotros mismos.
La soledad en compañía siempre lleva un hueco en el corazón de quien
espera la comprensión en el abrazo y… no lo tiene.
Celia Álvarez Fresno 2021
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