LA TIERRA SE EMBARRA

 

La Tierra se embarra.

La Tierra tiene miedo de la Tierra.

 

Los ojos se cierran ante la pasividad de quien embarra.

 

El ser humano se lamenta de las situaciones que él mismo, con su energía provoca.

 

Cuando las mentes siguen un reguero no piensan si ese reguero es el establecido o simplemente pertenecen al plano mental.

 

La Tierra está abocada a un caos irremediable porque el Planeta tiene vida propia y su vida también muere, como mueren asteroides y otros planetas que ya fueron en el tiempo sin tiempo de otro tiempo.

 

El ser humano dormido no piensa en la elevación y es por ello que todos y cada uno de los que viven en la Tierra llevan su propio camino.

 

No existen los dolores cuando el Alma libre se vislumbra Luz.

 

Todo lo que ves con tus ojos dejará de ser visible a tus ojos uno u otro día. Pero los planos espirituales no terminan. Nada se oculta a ellos. Los planos del espíritu son el renacer de las consciencias y establecen su reino en la unidad.

 

Las vías eternas son derivaciones del Ser primero. Pero antes del Ser Primero existe la Existencia. ¿Recuerdas cuando eras niña y pensando en la Eternidad percibías un agudo dolor por la incertidumbre, en el plexo solar? ¿Lo recuerdas?

 

Lo mismo te ocurre hoy si no eres capaz de imaginar un tiempo sin medidas. Un tiempo eterno sin comienzo ni final. Un ahora perpetuo en presente. 

 

Los cánones que rigen el plano físico son simétricos al plano del Ser.

 

Pero la materia es quien comienza y termina. El Ser Es, desde, por y para siempre.

 

Celia Álvarez Fresno