Yo soñaba despierta, en una mañana de domingo:
Me teñí de Lucero y comencé a volar siguiendo la estela del
Origen, y encontré tantas ilusiones
muertas…
Entonces le pregunté al propio firmamento:
¿Hacia dónde van las tristezas? Y Él me dijo:
“Las tristezas son interpretaciones de la mente cuando es
encarnada”.
La tristeza es una aspiración frustrada.
La tristeza es como ese trozo de hielo en medio de la
lluvia.
Pero no has de luchar
contra las tristezas, ya que vienen a mostrarte la otra cara de la alegría.
Debes comprender y aprender de todo lo que el Universo desea
que transites.
Imagina tu vida como un vuelo rasante y en ese vuelo te
encuentras con piedras que te dañan, con espinas que se clavan en tu Alma, con
cimas asombrosas y campos llenos de lirios, entonando belleza.
Pero la vida desea que vivas cada una de las experiencias
siendo sabedor del colchón de plumas que siempre acogerá tus dolores.
No dejes de vivir en tu presente aunque sea doloroso pues el
dolor abre llagas que más tarde son curadas por los aprendizajes que tú, deseaste
alcanzar cuando eras Alma sin materia.
Sé feliz ya que aunque mueras a la carne, permaneces siempre
como Ser de alas libres, esas que un día eligieron volar en vuelo alto o a ras
del suelo, para vivir las sensaciones que las vivencias manan para todo aquel
que vive encarnado o fuera del peso del espacio físico.
Porque en la Existencia,
vibran infinidad de Seres que
habiendo partido de la Totalidad se
interpretan de tantos modos y formas que las mentes humanas jamás llegarían a
comprender.
Cuando dejas tu cuerpo mortal, regresas a la Vida.
Celia Álvarez Fresno 2021
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