Ser humano elevado, estrella de Amor.
Letargo en un día gris de estrellas fugaces. Consuelo de
Almas nobles que brillan al son del Amor.
Fuente en el día, agua en la noche, mansedumbre de Amor.
Reina y trono, Luz en la oscuridad. Ansia de remarcar
palabras que con tu dicha, llamen a dicha ajena.
Ausente de odios, la belleza cubre el corazón.
Ausente de bajas vibraciones, el corazón reparte Amor.
Ausente de temor, el corazón se tiñe de Esperanza.
Ausente de sollozo, el corazón se interpreta alegría.
Ausente de rencores, el corazón se vuelve niño.
Porque las ausencias de bajas vibraciones, trazan cánticos
de Luz y de Paz.
Porque las vivencias colmadas de Esperanza, son timón en
noche oscurecida.
Porque las vivencias del Espíritu al son del Alma, invitan
al Amor.
Entusiasta de experiencias amables, el ser humano se vuelve
siempre niño.
Y ese niño, en el Alma, es un cántico nuevo, de Esperanza y
Amor.
El niño que vive en el sollozo, está pidiendo un trozo de
comprensión en su vivir. Porque para vivir bien no son necesarios los aderezos,
ni las prestancias de fastos ni de joyas.
Porque para vivir bien, consigo mismo, solo es necesario no
ir a tientas por la vida, y será así, cuando te recuerdes, ser humano... Amor y
Luz
Celia Álvarez Fresno 2021
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