Las fuerzas del destino no se apagan.
Los ojos que cruzan las miradas, se esconden cuando
participas desconcierto o cobardía, cuando no saben enfrentarse con las
adversidades y entonces huyen hacía su
cóclea para no enfrentarse a su realidad.
No debes interpretar rutina a la sucesión de actos.
No debes pasar por las circunstancias sin vivirlas y
aprender de sus actos.
No debes vilipendiar la vida y sí, suspirar desde el Alma
ante un atropello, encumbrándote desde el Amor ante el regocijo amable que la
vida regala a alguien…, ante las lluvias cuando riegan las siembras.
Y las siembras de la vida se cobijan en la Tierra para dar
fruto con la Luz del Sol.
Así es la vida y las vivencias.
No enturbies tú caminar con pasos de pisada de dolor, y
expande el Amor, como esa bailarina que
riega dulzura ante la melodía.
Sé melodía y entona cantos de Luz y vida eterna.
No llores. No gimas. No sufras y rinde pleitesía a la
vivencia física, escuela de la Vida.
Ámate y siembra siempre reguero de Amor, para que la siembra del recuerdo eterno germine,
y deje el Legado del éxtasis Existencial.
Celia Álvarez Fresno 2021
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